Soy Karla. Mis amigos me dicen Karlita y si te encuentras en esta sección es porque quieres tener más información sobre mí, qué hago y cómo puedo ayudarte.
Te invito a leer a continuación un poco de mi historia, sobre como conocí y me enamoré del Marketing Digital y el trabajo en remoto.
Había una vez una Karlita estudiando ingeniería…
En mi búsqueda del camino hacia la felicidad, una Karlita de 18 añitos decidió estudiar ingeniería industrial. Más adelante se le ocurrió que sería buena idea estudiar eléctrica.
Que no es mala, gracias a esta carrera confirmé lo que sospechaba desde hace mucho: que soy una persona que disfruta aprender de manera autodidacta, que es capaz de adquirir conocimiento sobre cualquier tema en muy poco tiempo y sobre todo que supera adversidades gracias a su alto nivel de resiliencia.
Adquirí mucho más que conocimientos interesantes
Si bien entender como funciona un motor es genial, y que las matemáticas te ayudan con la abstracción del pensamiento, debo admitir que aprendí muchas más habilidades blandas en mi paso por la Gloriosa Facultad de Ingeniería de la Excelsa Universidad de Carabobo (la amo, disfruté mucho estudiando allá)
Mejoré mis habilidades blandas a un grado sorprendente, mejoré la manera de afrontar relaciones sociales para relacionarme con personas de diferentes ideologías, costumbres y realidades.
Me transformé de insegura a inquebrantable, con temple de acero, para enfrentar la cruda realidad de ser mujer, en una carrera de hombres. Aprendí a defender mis conocimientos y convicciones.
Siendo sincera, yo no me veía trabajando como lo hace un ingeniero electricista… sin embargo, traté de seguir y debía conseguir una manera de hacerlo más llevadero.
Así que mientras encontraba una actividad que me acercara a lo que de verdad me gustaba, Ganar dinero y gastarlo, debía seguir en la carrera.
En ese momento el camino de la ingeniería solo me traía angustia y sufrimiento, aunque me gustaba mucho todo lo relacionado a la programación y automatismos, habían muchos factores a mi alrededor que me jugaban en contra.
(Admitirlo no fue fácil, de hecho pasó mucho tiempo antes de poder expresarlo de esta manera).
Aunque era buena y muy inteligente, mi rendimiento no llegó a ser del todo bueno, porque no me gustaba, no estaba enfocada y no tenía suficientes recursos para solo dedicarme a estudiar sin preocupaciones.
Hoy entiendo que no hay nada de malo en eso, aprendí a que no debía compararme con nadie más excepto conmigo misma, darme más crédito y ser menos exigente con esa joven Karlita que hacia todo lo que podía con las herramientas que tenía.
Por fortuna, no todo fue negativo
Encontré el amor de mi vida. Y él a su vez me ayudó a descubrir un mundo del cual me enamoré. La genialidad de esta persona maravillosa que entró a mi vida siempre destacando mis cualidades me presentó el trabajo en remoto.
Alrededor del año 2015 trabajé por primera vez como tutora en una plataforma donde ayudaba a estudiantes de diferentes partes del mundo con sus tareas. Trabaje ahí durante un año y gané el dinero suficiente para ayudar en casa y pagar mis gastos en la universidad.
Después, de investigar mucho, descubrí otro tipo de trabajo que podía hacer desde casa, y fue la redacción.
Con la redacción el mundo pareció ser mucho más amplio, aprendí de diferentes temas, conocí personas que después de entablar conversación con ellos se hicieron clientes y luego amistades o socios que todavía conservo.
Estas amistades me abrieron las puertas al marketing digital y sus diferentes disciplinas. No solo escribía para web, también para redes sociales. Tuve el privilegio de aprender las actividades básicas del diseño web y Copywriting que me consiguieron contratos importantes -económicamente hablando- y material para estudiar.
Estudiar y mejorar mis habilidades fue fundamental para avanzar
Si bien en un momento muchas disciplinas las ejercía yo sola, eso me dio la experiencia de poder liderar al grupo de personas que más adelante se convertirían en parte del equipo de mi propio emprendimiento.
Y es que pude desarrollarme aún más.
Aprendí como hacer una web, todos los pasos que se necesitan para su planeación y desarrollo. Participando en proyectos que me nutrieron como profesional del SEO on-page y me generaron la curiosidad de seguir aprendiendo a cómo mejorar y optimizar todos procesos que se deben hacer para tener un sitio web funcional.
El trabajo en remoto me cambió la vida
Obtengo dinero y siento que no sufro la frustración de estar fuera de casa. Además me gusta mucho y me da todo el tiempo que necesito para ver crecer a mi hija.
Puedo decir que en la carrera de ingeniería me formaron para detectar problemas, resolverlos de forma efectiva y eficiente, a optimizar los recursos y gestionar mi tiempo para alcanzar los objetivos planteados.
Y siento que puede unir lo mejor de los mundos.
Logré unir lo mejor de ambos mundos
Pensé que no tenían relación estas dos áreas.
Pero una vez que hice las paces con la ingeniería, me di cuenta que todo lo que aprendí sobre marketing digital, redacción, copywriting, desarrollo web… se lo debo a haber estudiado esta carrera.
Conocí personas increíbles que compartieron sus conocimientos conmigo y me ayudaron a desarrollar esta otra carrera, que hoy disfruto mucho.
Y es que se parecen muchísimo jaja
Necesitas detectar problemas, buscar una solución en donde los recursos sean optimizados para sacar el mayor beneficio.
Y eso hago actualmente con mis clientes. Puedo detectar qué problemas tienen, presentarles soluciones e implementarlas optimizando sus recursos.
Boom.
¿Quieres que te ayude?
De manera general, el problema principal que he encontrado es que mis clientes no tenían una estrategia de adecuada a su negocio.
En otros casos tienen una buena estrategia pero no disponen del tiempo necesario para implementarla.
En cualquier caso, lo que hago es ayudar a mis clientes a solucionar problemas.
Si llegaste hasta aquí ¡Gracias! Y si alguno de los dos casos que mencioné es el tuyo te invito a escribirme por mis redes sociales:
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